
LA FASCINACIÓN DEL CANARIO BRUNO
“Articulo Publicado por Alfonso Mena Vázquez y escrito por Ernesto Gracia en el 2004”
Es quizás el color bruno el que más fascinación provoca dentro de los diferentes colores que se dan en la cría del canario de postura. Puede ser simplemente por su color o por su tendencia genera a buena calidad de pluma o por su cálido color chocolateado. Pero a bien seguro gran parte de esta fascinación se pueda deber a la manera en que de repente y sin esperarlo aparece este color en cualquier nidada de canarios sin que la hembra ni el macho de la pareja enseñaran vestigio alguno de este color en sus respectivos plumajes. Es entonces cuando el criador trata de buscar explicación a tal aparición y comienza a interesarse por cuantas posibilidades hayan podido dar lugar a este suceso.
Sin embargo, bastan solo unos conocimientos básicos de la forma de transmisión de la herencia genética para poder establecer sin lugar a dudas la razón por la cual el color bruno aparece de esta manera súbita entre nuestros pichones.
En líneas generales sospecho que los criadores de canarios de postura no tenemos la misma necesidad de conocimientos de la genética en cuanto se refiere al apartado de color, que los criadores de canarios de color. Bien es verdad que estos últimos suelen, por necesidad y dada la gran gama de colores y mutaciones que se dan en la cría del canario de color, tener algo más de conocimientos en este sentido. Insisto en que hago esta reflexión a nivel general. Doy por bien seguro que habrá criadores de postura con grandes conocimientos de la genética en toda su amplitud y no ya solo en lo que se refiere a la herencia genética en características de color. Por otra parte también habrá criadores de color con pocos conocimientos en este apartado de la canaricultura.
De ninguna manera pretendo yo aquí impartir clase alguna en lo que se refiere a la forma de la transmisión de la herencia genética. Así pues descarto de entrada explicaciones sobre la unión del espermatozoide y el óvulo, célula huevo, cromosomas, genes y tantos otros términos específicos relacionados con este tema que por otra parte todos los canaricultores deberíamos hacer un esfuerzo por conocer aunque sea a nivel básico. Por supuesto que todo puede ser más fácil cuando se adquieren algunos conocimientos. Cómo se adquieren estos conocimientos también puede ser importante, y dentro de la canaricultura, me atrevo a decir que dichos conocimientos se adquieren más por experiencia práctica que por conocimientos «de libro». Pero atención porque tampoco se trata de reinventar la rueda y entonces porque no aprovechamos de lo que ya es sabido y recogido a buen seguro en los textos de nuestra afición. Para demostrar a lo que me refiero, propongo esta vivencia personal.
Tendría yo unos doce o trece años cuando mi abuelo, gran aficionado a la cría de mixtos y al cante de pájaros silvestres, se encontró un canario hembra de color bruno. Entonces no se conocía este color como tal sino como «bayo» o «canela”. Aun no siendo gran aficionado a los canarios, mi abuelo al igual que yo nos fascinó este «nuevo» color y decidimos emparejar nuestra canaria bruna con uno de los canarios machos verde que mi abuelo utilizaba para la cría de sus mixtos. La expectación, claramente, era la de poder criar algún que otro canario bruno. Cual no fue nuestra sorpresa, y no poca medida de frustración, tras tres o cuatro años de criar con la misma pareja y no conseguir ni tan solo un ejemplar del ansiado color bruno. Hoy, con la ventaja de algunos conocimientos adquiridos, podemos pensar que fácil hubiese sido criar canarios brunos si hubiésemos cambiado, en el segundo año, el macho verde original por cualquiera de sus muchos hijos verdes, «portadores» todos y cada uno de bruno. Pero tal es el resultado ante el no saber.
Sepamos pues algo sobre el color bruno y particular forma de transmisión genética. Para empezar debemos saber que aunque podemos hablar de canarios verdes y de hecho criamos y «vemos» canarios de color verde, esto es una ilusión óptica ya que el canario no tiene pigmentación verde alguna en su plumaje. Esta ilusión óptica se debe a la súper imposición de unas estriaciones de pigmentación negra y bruna (MELANINAS) sobre el color de fondo amarillo. Así, el color bruno se manifiesta en los canarios como consecuencia de una mutación que causó la pérdida de la melanina negra.
Si esta mutación apareció por primera vez en el canario silvestre o ya en el canario domesticado no se sabe. Si sabemos en cambio que ya se criaba en Francia a principios del siglo dieciocho. Esto lo sabemos gracias a Hervieux que en su libro Traite des Serins de Canarie (Paris, 1709) ya lo catalogaba en su lista de variedades de color. De todas maneras su aparición no es nada sorprendente ya que la versión del color bruno esta muy difundida en muchas variedades de pájaros.
Aún más interesante quizás, es el hecho de que el color bruno es un factor recesivo y ligado al sexo. Para entendernos en la medida que aquí nos concierne, esto simplemente quiere decir que canarios machos (aún no siendo de color bruno) pueden ser portadores de este factor, mientras que es imposible en el caso de las hembras. Así pues se explica que pueden darse machos de color bruno y machos normales portadores de bruno. Las hembras en cambio son brunas o no lo son, no pudiéndose dar el caso de hembras portadoras del factor. De esta manera, si deseamos trabajar con este factor, tenemos que pensar que disponemos de tres clases de machos y dos de hembras.
La siguiente tabla puede servir de ayuda.

Otra característica del canario bruno es su color de ojos que no es negro sino pardo-rojizo. Sin embargo, esta característica se hace notar más en los primeros días de vida de los pichones que en los adultos. Si observamos una nidada de canarios donde se ha dado algún canario bruno, éste será altamente distinguible de los normales por la coloración de los ojos que mostrarán un color pronunciadamente rojizo. De aquí que ya en el nido podamos distinguir los canarios brunos y además en algunos casos hasta su sexo, como por ejemplo en los emparejamientos «C» y «E» donde cualquier pichón de ojos rojizos ya sería con toda seguridad hembra.
Es importante reseñar que el factor bruno se manifiesta como melánico pero que también se puede dar en canarios no melánicos (canarios lipocromos como lo pueden ser los de color amarillo o blanco, por ejemplo). Sin embargo, la ausencia de melaninas en estos últimos impide que se manifieste el color bruno. De esta manera pueden existir canarios completamente amarillos o blancos, y bien machos o hembras, que son auténticos brunos en genotipo pero no en fenotipo, ya que al no exhibir melanina alguna es imposible que el color bruno se pueda manifestar. También, estos canarios serían detectables en el nido por el color rojizo de sus ojos. Es entonces imprescindible tomar buena nota del número de anilla que se le coloca a estos pichones para así poderlos luego distinguir como brunos aunque no manifiesten este color en su plumaje.
La manera fácil de evitar posibles complicaciones de este tipo es bien fácil. Si deseamos canarios brunos debemos de emparejar canarios preferiblemente melánicos (o bien poco manchados), para que de esta manera el factor bruno siempre tenga posibilidad de manifestarse.
Por último, si ya sabemos que el canario bruno es de fondo amarillo debemos también saber que si este color de fondo es sustituido por blanco, entonces tendremos el conocido y bello canario bruno-plata, de color así como café con leche. Para la cría del canario bruno-plata pues, es necesario con canarios de color gris (que dispone de las mismas melaninas que el canario verde, y con color de fondo blanco en vez de amarillo. Con la esperanza de poder simplificar de manera gráfica los resultados de los posibles emparejamientos para obtener canarios brunos y brunos-platas se ofrece aquí la oportuna tabla. Se debe señalar que los resultados han de comprenderse en la medida proporcional que corresponde. Por ejemplo, en una nidada de cuatro pichones, de macho bruno con hembra normal, en teoría deberíamos poder obtener dos machos verdes portadores de bruno y dos hembras brunas, pero lo mismo pueden ser todos machos portadores de bruno o bien todos hembras brunas. Así pues espero se entienda lo de «en la medida proporcional que corresponde». La suerte siempre juega de su parte.
